'Lluvia de sangre' o 'tiempo de la cebolla': el significado de las nuevas expresiones en las noticias del tiempo

La meteorología se adapta a los nuevos tiempos con la llegada de expresiones para definir algunos fenómenos climáticos

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Nieve
Europa Press

En los últimos meses ha aumentado el uso de algunas expresiones como ‘DANA’, ‘lluvia de sangre’ o ‘La Niña’ para definir fenómenos meteorológicos, aunque no todo el mundo conoce su significado. Estas palabras y expresiones van más allá de las clásicas ‘borrasca’ o ‘helada’. He aquí una pequeña guía para conocer los fenómenos de los que tanto hablan los meteorólogos.

Fenómenos atmosféricos de la A a la Z

La información meteorológica también se actualiza a los nuevos tiempos y llega de la mano de una gran variedad de expresiones con las que los meteorólogos se refieren a los distintos fenómenos. La mayoría de ellos existen para describir mejor las distintas situaciones que se producen en el tiempo. Una de las más utilizadas, sobre todo cuando llega el buen tiempo, es la palabra ‘anticiclón’. Esta no es de las más extrañas, pero sí necesaria para entender el fenómeno meteorológico al que se refiere. Los anticiclones están caracterizados por una zona de presión alta atmosférica y giran en sentido horario en el hemisferio norte y antihorario en el sur. Es decir, provoca cielos despejados, buen tiempo e incluso, de manera puntual, bruma o niebla.

Con la letra B existen varias expresiones para referirse a los fenómenos atmosféricos, aunque algunas de ellas destacan entre los meteorológicos. Es el caso de la ‘bruma’ o el ‘bloqueo atmosférico’. La bruma hace referencia a las nubes bajas que, incluso, contactan con la tierra. Se manifiesta como un tipo de neblina, aunque a diferencia de la niebla, la bruma no está compuesta por agua. Es más habitual presenciarla en el mar que sobre la carretera. De hecho, las nubes bajas que dificultan la visibilidad en las mañanas sobre las ciudades es niebla. Por otro lado, el ‘bloque atmosférico’ se refiere a la repetición de los patrones en un lugar concreto durante varios días. En este caso, son más comunes con los anticiclones.

Con la letra C, uno de los términos más comunes es la ‘calima’. Se trata de un fenómeno meteorológico que se ocasiona en la atmósfera y se manifiesta con pequeñas partículas de polvo en suspensión en el aire. Como resultado, provoca una imagen de los cielos anaranjados o rojizos. Si escuchamos la expresión ‘depresión tropical’ mejor que no sea para pronosticar el tiempo. Este fenómeno es el resultado de fuertes vientos llegando a provocar, incluso, ciclones. Es decir, se caracteriza por ser una tormenta tropical en la que pueden aparecer nubes en forma de espiral.

El fenómeno ‘enso’ más conocido como ‘El Niño’ hace referencia a un ciclo cálido en el tiempo. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) está caracterizado por un calentamiento inusual de las aguas del Pacífico ecuatorial. Este suceso meteorológico es el contrario a ‘La Niña’, caracterizado por un temporal más frío que puede aparecer acompañado de lluvias y fuertes vientos. A la hora de hablar de ‘frente’ se distingues dos tipos: frente caliente y frío. De manera general, un frente es una zona de interacción entre dos masas de aire con características de diferente humedad o temperatura. El más helado se produce cuando una masa de aire frío avanza, mientras que el más cálido se desarrolla cuando una masa de aire caliente gana terreno.

La ‘gasolina oceánica’ no es lo que muchos pueden estar pensando cuando escuchan esta expresión. El fenómeno se refiere a las temperaturas en ascenso, muy cálidas de los océanos. Se suele asociar a eventos meteorológicos cálidos como ‘el niño’ o los ‘anticiclones’. Con la letra H, uno de los términos menos conocidos es la ‘helada negra’. Como su propio nombre indica, hace referencia a temperaturas muy bajas, aunque tiene un factor determinante. Durante la ‘helada negra’ no se forma escarcha (hielo). Respecto a la ‘inversión’ existen dos tipos: térmica y por radiación. La primera se basa presenta cuando el patrón normal de temperatura en la atmósfera se comporta de forma contraria, mientras que la segunda inversión consiste en el enfriamiento por falta de radiación del sol.

El sonado término ‘lluvia de sangre’ hace referencia a un tipo de precipitación con barro. Se caracteriza por ser un fenómeno sucio que lleva arena procedente de los desiertos. Las ‘masas de aire’ son grandes cantidades de aire que presentan la misma humedad y temperatura en todas sus partes. Una masa de aire es capaz de cubrir una región de varios millones de kilómetros cuadrados y puede tener, incluso, varios kilómetros de espesor. Las ‘rachas de viento’ son comúnmente conocidas como un aumento brusco de la velocidad del aire y se mide en kilómetros por hora. La expresión se utiliza para referirse a grandes velocidades de viento propias en tormentas o huracanes. La ‘sartén de España’ no debe confundirse ni asociarse al ámbito gastronómico.

Este fenómeno está caracterizado por el calor que cada vez se manifiesta con temperaturas más altas durante el verano. Lo mismo ocurre con el ’tiempo de la cebolla’. Los meteorólogos utilizan esta expresión para hablar de las diferencias entre las temperaturas mínimas y las máximas. El nombre recuerda a las distintas capas que tiene una cebolla, igual que las que han de vestirse cuando un día presenta temperaturas extremas tanto altas como bajas. Por último, la ‘zona ciclogenénica’ es aquel espacio donde se produce la ciclogénesis. Es decir, la creación de un ciclón, borrasca o depresión. Las zonas más propensas a sufrir este fenómeno son el océano Atlántico, la zona occidental y sur del Pacífico, la zona oriental y la zona sureste del océano Indico.

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